domingo, 15 de diciembre de 2013

El Madroño


El madroño es un arbusto muy especial, porque tiene un fruto esférico, blando y de un color naranja-rojo intensísimo, que además se come. La leyenda dice que no se puede ingerir más de uno por ocasión, pero eso es falso, porque los he comido por docenas y no pasa nada.
Hoy se los he puesto a nuestro loro Gorgias, que disfruta mucho haciendo el guarro con ellos. También le he puesto frutos de latonero (almez), pero eso es otra historia.
El madroño florece y fructifica a la vez, cosa inaúdita, pero no contradictoria; simplemente hay un año exacto entre la floración y la fructificación, con lo que los frutos de un año coinciden con las flores cuyos frutos comeremos un año después.
Las flores son como racimos de campanillas.
La hoja es perenne, parecida al laurel, pero menos oscura.
Entre el Bajo Aragón y la Tierra Alta de Tarragona se dan de forma silvestre, con cierta abundancia en algunas zonas.

Sólo tengo uno.
 Eso es lo que significa para mí su nombre científico: arbutus unedo.

martes, 10 de diciembre de 2013

Hojas hojas hojas


Hojas de Ciruelo de Flor
Los hielos han llegado de repente, y de repente han caído las hojas, formando preciosos mantos de preciosos colores rotos y preciosas texturas vegetales.
Como mi mentalidad es esencialmente pictórica no he podido evitar unas fotos que comparto con todos vosotros.
Feliz invierno.

Hojas de Granado
Hojas de Chopo Blanco

Hojas de Plátano de sombra

Hojas de Ciruelo de Flor

sábado, 16 de noviembre de 2013

Sorprendente nevada

La malla antitodo se ha derrumbado
La nevada de este sábado-16 de noviembre- es sorprendente por una doble razón: en primer lugar porque aquí en el Bajo Aragón, a 350 m. de altitud sobre el nivel del mar, es rara la nieve y más todavía a mediados de noviembre; en segundo lugar porque hace tres días íbamos en manga corta y estábamos viviendo una increíble y larguísima prolongación del verano que alguna vez tenía que acabar, pero nunca sospechamos que lo iba a hacer de manera tan brusca y contundente. Ha nevado toda la mañana y por la tarde llovía, aunque la nieve caída ha sido tanta que se ve por los tejados después de la media noche. Las consecuencias eran inevitables: rotura de ramas en muchísimos árboles (todos con hojas a pesar de la fecha) y rotura de instalaciones, invernaderos, etc. por el factor sorpresa. Eso sí, el agua es una bendición que se esperaba desde la primavera en una tierra reseca y polvorienta que ponía en peligro la siembra del cereal de la nueva temporada. Bienvenida.
Primero le daba por dentro, luego desde fuera. El invernadero se ha salvado.
Esto es el fin definitivo de tomateras, pimientos, berenjenas...pero así tiene que ser. LLegó la hora de la verdura de invierno y del invernadero, que por cierto ha estado a punto de sucumbir al peso de la nieve (el plástico está en las últimas); pero este menda, al ser sábado, estaba donde debía: dando escobazos al techo cada media hora. De momento se ha salvado con algun desperfecto

martes, 12 de noviembre de 2013

El Arce Noruego

El Arce noruego está de un otoñal subido .

Lleva unos años plantado y ha crecido muy poco porque ni la tierra ni el clima de aquí son los suyos, pero ahora parece que coge algo de vigor, quizás porque la sombra del árbol del paraíso que tiene al lado reproduce un poco mejor su hábitat natural.

martes, 29 de octubre de 2013

Tiempo de granadas y membrillos

Frutos humildes y algo toscos, pero de una belleza única y salvaje, tanto los membrillos como las granadas lucen espectaculares desde mediados de octubre en los ribazos y linderos de nuestros huertos, como si no merecieran un trozo de tierra mejor. Pero les da igual, porque sin cuidados de ningún tipo prosperan a pesar de todo y casi de forma milagrosa.
 No puedo evitar acordarme de Antonio López en "El Sol del Membrillo", sabiendo que la película hubiera sido igual de buena si se hubiera titulado "El Sol del Granado". No me imagino la huerta mediterránea sin estos arbustos o arbolillos de porte desmallado ( Cydonia oblonga, Punica granatum ) que dejan colgar sus frutos durante tanto tiempo para deleite de la vista, el gusto, el tacto y el olfato.
Olé por ellos.

sábado, 19 de octubre de 2013

Día de horno y pan



Muy de vez en cuando dedicamos un día completo al ceremonial del horno de leña.
  El horno lo construí hace unos años con ladrillos refractarios de segunda mano y otros materiales como barro, arlita, perlita y cemento;  no es muy grande , pero suficiente para hacer varios panes o meter unas tres bandejas con carne o verduras.  El inconveniente mayor es la dificultad para controlar la temperatura, dado que no dispone de termómetro, aunque últimamente le vamos cogiendo el punto y ya no metemos la pata como al principio, cuando una vez sí y otra también calcinábamos todo lo que metíamos por exceso de calor; vamos, que lo poníamos al punto de hacer cerámica, cuando lo que queríamos es hacer comida. Una vez metimos unas paletillas de cordero bien aderezadas y salieron cuatro trozos de hulla o antracita, o sea, carbón del bueno. Y al cochinillo se le cayeron las orejas nada más tocarlas porque se habían convertido, en tan sólo cinco minutos,  en dos ejemplos de materia primordial próxima a la nada.
Sin embargo esta vez las cosas han salido bien. A las 9,45 encendido del horno con leña fina de restos de poda, bien seca, y madera de palet.  A las 10 mi mujer, mis hijos y mis sobrinas Carla, Martina y Laia amasaban harina de fuerza con levadura y agua . No menciono la sal porque no había sal, para qué mentir…bueno, la había en tan sólo uno de los panes porque había sido amasado diez minutos antes del jolgorio. Por increíble que parezca todos han salido buenos. A las 11,30 hacía mi primera prueba de temperatura: el horno estaba demasiado caliente.
A las 11,35 los mencionados más arriba cogían dos pollos con certificado de alimentación exclusivamente vegetal y les metían de todo por la parte de atrás, limón, tocineta, tomillo, guindilla…(mejor no seguir) algo que siempre resulta divertidísimo para los más pequeños,  a saber por qué.
A las 11,40 metía dos pizzas caseras preparadas por el equipo. A las 11,50 ya nos las estábamos comiendo (así de rápidas son las pizzas a la piedra, algo que nunca ocurre en los restaurantes)  y sabían a gloria con una copa de vino tinto. A las 12 la pareja de pollos entraba en el horno para ir cogiendo color. Poco después salían para evitar chamuscamientos excesivos.
 A las 13 horas entraban los futuros panes, es decir, las porciones de masa ya inflada por efecto de la fermentación.

De vez en cuando los mojaba con un spray de agua, aunque también había una bandeja metálica con agua en el interior del horno, junto a los restos de brasa (la brasa se retira a los lados o al fondo, la chimenea se cierra y la puerta también; después con un cepillo de cerdas de coco bien empapado se barre el fondo)
A las 14,30 salían los panes y las 15h. volvían a entrar los pollos acompañados de dos bandejas más con berenjenas, pimientos y cebollas.
Y ahí se han pasado toda la tarde, asándose a fuego lento en un horno que iba perdiendo su potencia poco a poco. Los pollos y las verduras han salido ya de noche, seis horas después,  en un estado que rallaba lo sublime tanto por su aspecto como por su sabor. No han quedado ni los huesos.
Los panes los hemos comido ya a las 15h. en forma de rebanadas tostadas  en la brasa; estaban de muerte también. Y para completar la fiesta: la escalibada de verduras.
No está mal hacer comida para catorce personas y que encima haya sobrado

Recapitulando: más de 12 horas de dedicación en una mezcla ideal de trabajo y placer. 

martes, 1 de octubre de 2013

La insidiosa oruga de la col


El año pasado no planté coles para no tener que bregar con las insidiosas orugas verdeamarillas que las invaden de forma permanente. Quedé harto otros años de matar orugas, oruguitas y orugazas con la mano, todos los días hasta rendirme.
Bueno, pues este año volví a plantar, y como pueden ver en la foto las orugas volvieron a atacar. Mi empeño en no utilizar insecticidas tiene estos problemas que son comunes en todos los que practicamos la agricultura ecológica.
Les puse azufre en polvo, pero no ha dado resultado, así que hoy he vuelto a las andadas y he hecho una escabechina de orugas con los dedos. Además he comprobado que hay dos especies: la verde y amarilla, un poco pelosa, y otra sólo verde y lisa, que abunda más en las coles lombardas, pero que también ataca a las demás. Ya veremos.

miércoles, 25 de septiembre de 2013

El verano no se va

Después de unos días desapacibles, por el Cierzo y las noches frescas, han llegado unos días absolutamente veraniegos que nos están dejando temperaturas altas y sensación de bochorno. Las ventajas de esta situación son bien claras: la huerta sigue produciendo hortalizas de verano, particularmente pimientos, tomates, berenjenas, calabacín y hasta sandías.También estamos cogiendo alcachofas otra vez; y no paramos de coger fresas.Por otro lado las borrajas, espinacas, lechugas y acelgas sembrados y plantados hace días se están desarrollando rápido y bien.
 Los calores de este principio de otoño también impiden la proliferación de algunas plagas, como la mosca del olivo. La mosca blanca llevaba unos días pululando en el invernadero, cebándose con las berenjenas, pero parece que la cosa no va a más, quizás también por el calor.
Sin embargo falta la lluvia. El año empezó bien, pero el verano ha sido seco por aquí, con muchas tormentas eléctricas pero sin agua. En la huerta no hay problema porque las acequias pasan rebosantes todavía, pero el secano se va resintiendo por la escasez de precipitaciones.

martes, 3 de septiembre de 2013

Cara al otoño, sembrando y plantando.


En las zonas con inviernos no demasiado largos y otoños tirando a cálidos, como en el Bajo Aragón, se pueden plantar y sembrar algunas hortalizas con la casi seguridad de que se van a recolectar antes de los primeros hielos. El 1 de septiembre  he plantado lechugas de la variedad maravilla y romana, también escarolas, acelgas, coles de Bruselas, lombardas y coliflor. Además he sembrado borraja y espinaca. Las lechugas serán las primeras en ir a la mesa, después las borrajas y acelgas. Todas estas hortalizas aguantan bien los fríos, especialmente las coles y las espinacas.
Dentro de unos días sembraré y plantaré dentro del invernadero. El tiempo se suaviza a partir de estas fechas, así que hay que aprovecharlo y no descuidarse, como me pasa a mí algunos años, que con eso de que todavía estamos cogiendo hortaliza de verano nos olvidamos de renovar el huerto. De hecho creo que la faena de hoy la tendría que haber hecho hace diez días, para adelantarlo todo.
También he sembrado judía enana en el invernadero, pero no tengo claro como irá.

Pimientos amarillos


Ahí va la foto de los primeros pimientos amarillos que he cogido en mi vida. Por alguna razón no son muy habituales en España, sin embargo son tan vistosos que merece la pena cultivarlos.
Pimiemtos amarillos

viernes, 16 de agosto de 2013

El falso ecologismo

Esta tarde, mientras escuchaba música hawaiana he visto que en televisión ponían El Escarabajo Verde, así que me he quitado los auriculares para estar, como quien dice, en dos sitios a la vez. Ha resultado interesante porque en el programa se sostenían ideas casi idénticas a las que tengo yo con respecto a la agricultura ecológica -siempre llamamos interesante al que nos da la razón, qué se le va a hacer- Un tal Julio César Tello de la universidad de Almería ha puesto muy bien los puntos sobre las ies, sobre todo cuando con mucha delicadeza ha hablado del ecologismo urbanita, que según él no tiene ni puñetera idea de los que es la agricultura como actividad, manteniéndose anclado en una visión bucólica propia del siglo dieciocho o diecinueve. La agricultura ecológica tiene que servir para que la convencional vuelva al equilibrio. Ha defendido también una agricultura ecológica que se aproveche de los adelantos científicos y tecnológicos, como el plástico; y sobre todo ha alertado de la confusión conceptual que reina entre los ecologistas de corte fundamentalista que apenas si saben distinguir entre natural y beneficioso, pues como todo el mundo debería saber muchas sustancias naturales son venenosas y a la inversa. Otro señor, del CSIC cuyo nombre no recuerdo, ha insistido en esa línea, demostrando ante la estantería de unos grandes almacenes, que son las grandes multinacionales de la química las que suelen comercializar los insumos ecológicos, y que lo que cuenta es la nocividad de los productos, más que su origen "natural", aunque él mismo ha sido incapaz de hacer notar que el origen mineral es tan natural como el vegetal, por ejemplo. Yo diría más: la composición química de muchas sustancias es también naturalísima y espontánea, pero es que muchos productos de síntesis podrían ser equivalentes exactos a los que de manera más lenta y costosa nos brinda la misma naturaleza.
Con ello no quiero decir que todo valga, por algo me considero horticultor ecológico, pero es que hace tiempo que abandoné la idea de usar determinados potingues naturales, como la rotenona, porque me fio menos de sus posibles efectos sobre nuestro organismo que de un simple abono mineral. Lo importante debe ser la salud y la fertilidad de la tierra, sin caer en planteamientos holístico-místicos que no resisten el menor análisis conceptual.
La rentabilidad es consustancial a cualquier actividad económica, y la agricultura debe ser rentable, precisamente por el bien del medio rural en su conjunto. Los ecologistas acérrimos, esos que proponen una vuelta a la Arcadia que nunca existió, y que como bien decián en el programa son de cultura urbanita -sin ofender- tendrían que revisar algunas de usus ideas si de verdad quieren una alimentación más saludable y un planeta realmente viable. Ahora bien, si van a hacer un funeral por la muerte de un solo pulgón, o por la prisión mortal de una mosca en una trampa, entonces ya no hablamos de ecologismo, sino de religión y fanatismo.
Los que hemos conocido y practicado la agricultura convencional en sus peores años en cuanto a uso de pesticidas somos los más interesados en que esto cambie, pero no debemos olvidar la diferencia que hay entre el agricultor aficionado y el huerto ecológico familiar para consumo propio, por un lado, y el agricultor profesional que necesita sacar beneficios. Este último tiene mucho más mérito, pues tiene que combinar sus principios ecológicos y la sostenibilidad económica de su explotación. Eliminar prejuicios y falsas ideas, es decir, ilustrarse de verdad respecto a la producción ecológica es fundamental, aunque haya que redefinir lo que en tendemos por "ecológico". De lo contrario no iremos a ningún lado.

jueves, 15 de agosto de 2013

Sin rastro de mosca blanca

Nunca se sabe cómo acabará el verano en cuanto a plagas se refiere, pero de momento parece que va bien. El año pasado por las mismas fechas la mosca blanca estaba estropeando las berenjenas y otras hortalizas, sin poder hacer nada ecológico por evitarlo, pues las trampas amarillas impregnadas de aceite atraparon unas pocas, pero de ninguna manera acabaron con la plaga. Sin embargo este año no hay rastro de mosca blanca ni dentro ni fuera del invernadero. A lo  mejor es que puse azufre desde el principio, o simplemente no es un buen año para ellas; el caso es que no hay, y bien que me alegro. La araña roja si ha hecho acto de presencia en tomateras, pero sin llegar a matarlas ni mucho menos. A ver cómo termina la temporada estival y cómo se presenta el principio del otoño,. que todavía queda mucho para cantar victoria.

miércoles, 7 de agosto de 2013

La felicidad de los pepinos

Pues sí, resulta que los pepinos, o mejor dicho la mata que los produce, es más feliz si tiene un tinglado para trepar que si no lo tiene. Lo tengo más que comprobado. El año pasado ya me produjeron bastante mejor que los anteriores, simplemente porque le puse unas cañas con una redecilla. El montaje era malo, pero los pepinos salieron más abundantes, aunque de vez en cuando se caían al suelo, hasta que la mata se harto y cobró mal aspecto. Pero este año trepan por una red metálica forrada de plástico verde, bien sujeta y bien alta, así que da gusto ver pepinos colgar por todas partes. De sólo cuatro matas bien juntas estamos cogiendo montonadas de pepinos felices, tanto que he bautizado la temporada como "el año de los pepinos".
Otros veranos han sido buenos para los calabacines, o para los tomates, incluso para las sandías. Por ejemplo: en 2011 de sólo dos matas cogimos 24 sandías; este año de dos matas hemos cogido 4, tres de una, y una sola de la otra, y ahora mismo no hay ninguna engordando No me lo explico, pues el procedimiento y las condiciones parecen las mismas, pero...así es, y suele haber coincidencia cuando hablo con otros aficionados a la huerta; O sea, sandías no, pero hay que ver la de pepinos que tenemos.

viernes, 12 de julio de 2013

Experimento patatero: el resultado

Patata blanca
 Allá por marzo llamé experimento patatero al procedimiento de sembrar las patatas no envueltas en la tierra sino en hojarasca, hierba seca y sobre todo acículas de ciprés -una especie de mantillo recogido debajo de los cipreses que cierran el perímetro de la parcela-. La duda principal tenía que ver con la acidez de este material, pero supuse que a las patatas no le afectaría porque he leído que les van los terrenos ácidos. Y efectivamente la cosa ha ido bien, pues he cogido más patatas que nunca y en sólo cinco metros lineales. Otra ventaja ha sido la poca faena que me han dado, sin apenas riegos y sin ningún esfuerzo para recolectarlas. Además han salido limpísimas y muy sanas. O sea, que las patatas en acolchado funcionan. Para la próxima temporada si tengo que agenciarme alguna paca de paja lo haré, lo que tengo claro es que se acabó el cavar para sembrar patatas y para recogerlas.
Patata roja

Malla anti-todo

 Hace alguna temporada que me rondaba por la cabeza proteger el huerto exterior de la excesiva insolación que reciben las plantas, pero hasta este año no me he decidido a hacerlo. El otro día cogí una vieja malla de las que se usan para coger almendra y aceituna y la uní a la que ya protegía el invernadero con bridas de las más pequeñas. Como todavía no quiero hacer una estructura permanente que me permita cogerla bien y estirarla, lo que he hecho es colocar varias cañas de punta -a las que previamente les coloco botellines de plástico para que no la rompan- que sujetan el peso de la malla y permiten pasar por debajo sin tener que agacharse, Las sujeciones principales son las esquinas de la malla, a las que ato cuerdas que a su vez ato donde puedo -la rama de un árbol, un  hierro hincado.... El resultado se  parece  a una carpa beduina que no sé si aguantará un día de viento. Otra función muy importante es la de frenar el posible granizo, algo que antes o después suele suceder, y más este verano que se anuncia con fuertes riesgos de pedrisco en el Bajo Aragón. En ese caso la malla iría al suelo, pero el daño en las hortalizas sería menor. Creo que también esuna malla anti pájaros, aunque eso me preocupa menos.
Lo que más me interesa es comprobar si las hortalizas, sobre todo solanáceas, crecen mejor con un porcentaje menor de luz . Ya veremos.


viernes, 5 de julio de 2013

Se acabó el pulgón

No sé si se debe al calor (aunque sigue sin ser excesivo), al azufre en polvo o a las mariquitas, el caso es que el pulgón ha desaparecido por completo del invernadero y del exterior. La verdad es que me inclino por pensar que han sido las mariquitas, porque  vi con mis propios ojos el exterminio que hicieron en las matas de calabacín; además las sigo viendo por todos los sitios, así que algo deben comer. Bueno, ya era hora de librarse de la plaga, después de tantos meses con el huerto infestado. Una conclusión he sacado de todo esto: el jabón potásico es muy poco efectivo, y nadie me convencerá de lo contrario.

jueves, 4 de julio de 2013

Comienzos de julio. De todo un poco




Pimientos de Padrón

Estamos a comienzos de Julio y hace días que se va cogiendo de todo un poco. Los tomates de invernadero van madurando lentamente, pero hace ya más de 20 días que cogimos los primeros. También hay judias redondas enanas, antes las de invernadero que las de fuera, aunque la última semana ha bajado la producción. Las cebollas ya están en la despensa, y los pocos puerros que planté. Ni qué decir tiene que una de las estrellas del verano es el pimiento de Padrón; pocos, pero ya cogemos también. Los calabacines tempranios de Argelia vienen a montones en tan sólo dos matas, y a punto estamos de coger las primeras berenjenas (de invernadero), así como los primeros pimientos rojos.Lo más abundante son los pepinos de   cuatro matas trepadoras y muy prolíficas, tanto que hemos tenido que poner pepinillos en vinagre y todo, para descargarlas un poco y frenar la producción.
Los tomateras de exterior ya tienen tomates, pero no maduros. Las sandías van creciendo con retraso, debido a las temperaturas inusualmente frescas del verano y la primavera.
Corté al ras las alcachoferas, sin embargo ya asoman hojas nuevas. Además hemos plantado lechugas maravilla, a ver que tal se dan en verano.
 En fin, que la huerta sigue su curso y la disfrutamos a diario porque ya vivimos aquí. O sea, que quien venga a visitarnos será bien recibido. Un abrazo.


Matas de pepino en invernadero


martes, 18 de junio de 2013

Y llueve...

Arco iris
Después de unos días de bochorno ha vuelto la lluvia, como viene siendo habitual en esta primavera que ya expira dejándonos estampas tan bonitas como las de hoy. El arco iris ha salido unos instantes, pero el cielo se ha vuelto a cerrar y ha descargado lluvia de lo lindo.
¿Habrá o no habrá verano? he ahí la cuestión. Yo creo que habrá, aunque lo más seguro es que sea un poco raro. Lo que sí es seguro es que habrá bichos a manta, sobre todo insectos, o sea, mosquitos. Este año la vida abunda por encima de sus niveles habituales; y eso me gusta; no lo puedo evitar.
El mayor inconveniente son las hierbas, especialmente las distintas gramíneas, cuya insistencia en crecer y fructificar hace inútil todo intento de eliminación por medios mecánicos. Ya puedes cortar que vuelven a aparecer y, claro, luego las espiguillas se cuelan por las zapatillas, los pantalones y los calcetines molestando un tanto, Así es el campo.

lunes, 17 de junio de 2013

Mariquita se llama mi amor II


Si ver una mariquita sobre una planta de berenjena me provocó tanto entusiasmo, imaginad lo que ha significado ver todo un ejército devorando pulgones sobre el ápice de una planta de calabacín. El pulgón ha proliferado dentro del invernadero y ahora lo hace fuera, como me temía, pero también es verdad que aquella solitaria mariquita anticipó la llegada de otras muchas, así que me propuse  tener paciencia para comprobar que el pulgón desaparecía sin más intervención.
Adiós al jabón de potasio y otros mejunjes de eficacia más que dudosa; adiós a los insecticidas de pelitre; adiós al pulgón. Efectivamnete: el pulgón había desaparecido por completo sólo un día después de hacer esa foto (que se deforma no sé por qué) en la que se ven cuatro mariquitas (aunque había muchas más) comiendo a sus anchas. Si no lo hubiera comprobado con mis propios ojos me mostraría escéptico en esto de la lucha biológica, pero a partir de hoy mismo soy un creyente total.
Por cierto, las mariquitas se han ido a otro sitio porque en el calabacín ya no hay condumio.
Ahora me preocupa la araña roja y la mosca blanca. La primera creo que ya está estropeando las tomateras del invernadero (que ya me están dando tomates) y la segunda no ha aparecido todavía, pero me temo que aparecerá, como el año pasado. Estoy probando con azufre en pòlvo. Ya contaré.

Mariquitas


miércoles, 12 de junio de 2013

Cerezas eróticas



Cereza erótica
Poco a poco van madurando las cerezas, pero todavía les falta el punto de dulzura y sabor que sólo alcanzan cuando el rojo intenso se su piel vira al negro. Esta tarde he cogido unas pocas y me he encontrado con varios especímenes un tanto curiosos. Las he llamado cerezas eróticas, aunque más bien son pornográficas y muy viriles. El caso es que la cereza siempre ha sido un símbolo de la sensualidad femenina, por la suavidad, su brillo y su color; pero este año - por alguna razón relacionada con la polinización- abundan estos  ejemplares deformes y masculinizados. Cosas de la reproducción sexual al fin y al cabo.

Cereza erótica 2
Cerecipote

Cerezas normales





jueves, 6 de junio de 2013

El primer Cherry

Tomate cherry
Aquí está el primer cherry, que además es el primer tomate maduro de temporada. Estamos a primeros de junio y todavía anda todo muy retrasado en el huerto debido a la anormalidad climática de esta primavera.
Lo curioso es que la mata fue plantada más tarde que las de híbridos en el invernadero, pero ha sido la primera en darnos una alegría.
Estos tomatitos son cada vez más populares por su sabor y por el toque moderno que le dan a los platos y ensaladas, aunque mi mujer asegura que donde se ponga un buen tomate morado de los gordos que se quiten los cherry y otros inventos.

domingo, 2 de junio de 2013

Proteínas hortícolas: la cosecha no vegetal



Los primeros caracoles de la temporada

En el huerto viven las hortalizas y sus invitados; y entre los invitados hay algunos tan apreciados que bien pueden considerarse una cosecha más; me refiero a los caracoles. Desde siempre me han gustado mucho, sobre todo los de monte bajo que buscaba con mi padre en La Manchuela conquense. Pero eran tan exquisitos como escasos. Cuando vine al Bajo Aragón pronto me di cuenta de que esto era otra cosa: aquí se crían multitudes en las huertas y en los linderos de parcelas y acequias, pero la calidad de algunas de las especies es tan buena que bien guisados poco tienen que envidiar a los de mi infancia.
De abril a octubre salen cada vez que llueve desde el atardecer hasta la mañana siguiente. A veces los buscamos con linterna en plena noche y en poco tiempo llenamos las bolsas.
En los huertos es posible encontrarlos de noche incluso cuando no llueve, pues la humedad y los riegos los mantienen activos continuamente. Otras veces se coge un puñado buscando entre las hortalizas, donde se esconden. Y lo más chocante: en pleno invierno hay quien los encuentra entre las grietas de las paredes de piedra que separan unos bancales de otros.
La receta que triunfa en mi casa es un  legado de la abuela de mi mujer: se van friendo en un poco de aceite de oliva y en su propia baba, hasta que la salsa resultante se reduce. Se pone sal y algo de romero cuando ya falta poco para que estén hechos. Al final se retiran del fuego y se añade ajo troceado o picado y se revuelve todo para que cojan sabor. El engaño es fundamental, porque de lo contrario algunos se quedan tan adentro de sus conchas que no hay forma de pincharlos; se consigue con un fuego lento desde el principio.
Empiezas a comerlos y no puedes parar. Y qué bien suenan los chupitones y los sorbos.
Comprendo que a muchas personas ni se les pase por la cabeza consumir unos bichos tan así, sobre todo si no se han acostumbrado desde pequeños.  No saben lo que se pierden.

lunes, 27 de mayo de 2013

Ya está aquí el calabacín

Mata de calabacín blanco de Argelia
Ayer (26 mayo) cogimos el primer calabacín de la temporada, de la variedad blanco de Argelia, algo raro, porque este año va todo muy retrasado. Las dos matas que hay plantadas las obtuve por siembra en maceta de plástico, en invernadero, y después fueron trasplantadas a mediados de abril; también hay una matita de la variedad oscura.
Los calabacines están muy buenos y todo eso, lo que pasa es que uno se harta de comerlo todos los días y de todas las formas.
Todos los años cometo el mismo error: planto dos o tres matas sabiendo como sé que con una es suficiente.  Vale, reconozco que no soy un forofo del calabacín -como más me gustan es en puré- pero es que se trata de una hortaliza excesivamente abundante e insistente; los coges un día y al día siguiente ahí están otra vez bien gordos; te vas de viaje cuatro días y a la vuelta en vez de calabacín tienes una cachiporra más gorda que el as de bastos. Las matas van poco a poco apoderándose del espacio de la huerta; se alargan hasta el infinito y al final no tienes claro si son vegetales terrícolas o alienígenas camuflados.
Me esperan cinco meses de calabacín, cinco.

viernes, 24 de mayo de 2013

Mayo marcea


El cierzo azotando el huerto y el jardin

Dice el refrán que cuando marzo mayea mayo marcea, y eso es exactamente lo que está ocurriendo este año. A 25 de mayo y las temperaturas no levantan cabeza; y lo peor: el cierzo lleva unos días soplando de lo lindo, lo que significa que la sensación de frio es todavía mayor. Las consecuencias de este tiempo loco se están haciendo notar en un retraso generalizado de la vegetación hortícola y la maduración de la fruta más tempranera, o sea, las cerezas. Las tomateras de exterior no arrancan, ni las sandías. Supongo que las patatas tampoco saldrán beneficiadas, sobre todo en los lugares donde ha estado a punto de helar. En el huerto de franjavio ya tendría que haber tomates coloreados en el invernadero, pero siguen verdes. Las alcachoferas han ido bien pero ahora parece que han frenado la producción. Las cerezas burlat han madurado tarde y mal, con poco azúcar y poco sabor, aunque da igual, porque este año -como todos- se las están comiendo los pájaros y ya no quedan más que huesos mondos y lirondos en las ramas y en el suelo. Algunos de los pocos albaricoques que han cuajado se han caido al suelo...y los olivos cargados de racimos de floración -muestra, cadillo- podrían sufrir también por el frio. En fin, cosas que pasan uno de cada diez años más o menos, pero ya tenemos ganas de que el sol caliente la tierra y la huerta de verano se ponga en marcha.
Cerezas burlat antes de ser devoradas por los pájaros (16 de mayo)

La muestra o cadillo del olivo antes de abrir la flor (16 de mayo)

jueves, 9 de mayo de 2013

Mariquita se llama mi amor


Mariquita sobre planta de berenjena
Hoy,  mientra inspeccionaba las nuevas plantas de berenjena en el invernadero, se me han abierto los ojos como platos; no lo podía creer: una mariquita zampando pulgones. Era como un milagro; la esperanza se abría paso entra la desazón; y una luz al final del tunel pulgonoso me anunciaba el posible principio del fin.

Mariquita se llama mi amor de hortelano tozudo y antiquímico.

Espero que la duendecilla de alas anaranjadas sea capaz de avisar a sus congéneres y se consume la invasión. Lo estoy deseando; es más, me muero de ganas de ver el genocidio que puede producirse, porque los pulgones son muchedumbre que se atrinchera donde puede y ahora andan de nuevo por la berenjenera vieja. También se esconden en el envés de algunas hierbas además de intentarlo con las tomateras y las nuevas matas de pimiento.
El caso es que me he llevado una alegría tremenda y, aunque no doy la batalla por ganada, el hecho de tener una aliada me infunde ánimos en esta lucha desigual.
Seguiré informando.

                                                                                                                                                                              

martes, 7 de mayo de 2013

Pulgones en el invernadro II. Lucha ecológica contra el pulgón

Tengo pulgón en el invernadero desde este invierno. Primero me rendí con las lechugas, sacándolas al exterior porque era incapaz de eliminarlo, a pesar de las rociadas con jabón potásico. Y es que a pesar que muere mucho pulgón siempre sobrevive un buen porcentaje que se reproduce rápidamente. La plaga atacó después a dos matas de pimiento verde (alargado de freir) que todavía estaban en produción desde el verano pasado. Me hacía ilusión mantenerlas una temporada más, pero visto lo visto hoy mismo las he arrancado con sus innumerables habitantes encima. Y lo visto es que después de tratar con jabón potásico el resultado no era bueno, así que me pase a un insecticida ecológico a base de pelitre que comercializa la marca Compo; pero nada; o casi nada.
 Los pimientos crecían algo más pequeños de lo normal, con la curiosidad de que -desde hace semanas- no tienen semillas por dentro, algo que puede deberse a que el pie es ya viejo, o a la acción del pulgón, aunque esto me parece improbable; el caso es que verlos con la textura pegajosa y brillante por la melaza  me resultaba desagradable. Por otro lado necesitaba sanear ese espacio, dado que también hay pulgones en alguna de las tomateras cercanas; y eso  me ha puesto sobreaviso cien por cien, pues sólo me falta que se me vayan al carajo los tomates. La berenjenera de la temporada pasada ya tiene nuevas berenjenas engordando, pero también está infestada y puede ser la próxima en abandonar. En fín, que la cosa se está poniendo fea.
Nunca hasta este año me había pasado esto.
He sacado alguna conclusión respecto a la lucha ecológica contra el pulgón: si es verde y le gusta comer de todo -como el que se ha venido a vivir a mi huerto- entonces olvídate de jabones y milongas.
No tengo un plan; esperaré a ver y ya contaré.

Nota: creo que se trata de la especie macrosiphum euphorbiae (pulgón de la patata) altamente polífago y muy asiduo de los invernaderos.

sábado, 27 de abril de 2013

Tomateras en invernadero II

 
Tomate verde invernadero (25 abril)
Las tomateras que se plantaron a mediados de febrero ya tienen tomates verdes y crecen sanas dentro del invernadero. Normalmente hasta finales de mayo no cogemos los primeros tomates.

Las ventajas del emplazamiento son claras: tomates más tempranos; tomates hasta diciembre; protección frente al granizo; protección frente a los vientos...
La desventaja: más fácil que padezcan alguna plaga.



Tomateras invernadero

Las tomateras, como todo el mundo sabe, no trepan, pero conviene (si no son de mata baja) entutorarlas para que no se malogren los tallos y los tomates. En este caso el soporte no son cañas, sino malla metálica de alambre grueso forrado con plástico verde, que se sujeta en los pilares del invernadero.
La foto es del 25 de abril.

viernes, 19 de abril de 2013

Plantar antes de tiempo no sirve de nada

En Abril muchos caemos en la tentación de plantar antes de tiempo tomates, pimientos, berenjenas, sandías...y en definitiva todas esas hortalizas que necesitan del calor para crecer y fructificar. Las botellas de plástico de agua de cinco litros nos sirven como miniinvernaderos para salir del paso, pero otras veces plantamos a pelo confiando en que los frios no volverán. Sin embargo los frios vuelven, siempre; y año tras año se demuestra que adelantar estas tareas no sólo no sirve de nada, sino que a veces es contraproducente.
 Y es que por mucho que nos empeñemos España no es el trópico y la naturaleza es insistentemente repetitiva e invariable. Yo mismo he cometido este error y lo cometo casi todos los años; por ejemplo: ya he plantado tomateras en el exterior, y sandías, y más cosas; iba el tiempo caluroso y ¡zás! de repente bajón de las temperaturas; veremos.
Los más viejos conocen perfectamente las fechas idóneas para cada cosa y obran en consecuencia, sin prisas ni ansias innecesarias.
Creo que una de las causas de que caigamos en este error es la puesta a la venta anticipada de los plantones y la confusión que se produce por el hecho de que mucha gente tiene invernaderos. Además no es lo mismo la huerta valenciana que la de la ribera del Ebro, ni el Bajo Aragón que la Meseta castellana. Cada uno que tenga en cuenta dónde vive y qué hacen ahí los que saben. Si vemos que otros se nos adelantan no pasa nada, casi seguro que si tenemos paciencia y plantamos con calor nuestras hortalizas llegarán a la vez que las de ellos y más sanas. Y evitaremos la preocupación de los frios. Un abrazo

domingo, 14 de abril de 2013

Hierbecillas y florecillas varias


Cucos
No sólo hay árboles, arbustos y macetas en un jardín; y no sólo hay hortalizas en la huerta; hay también hierbecillas humildes sin las cuales ni el campo ni el jardín serían lo que son. Lamentablemente la extendidísima costumbre del herbicida las está eliminando de muchísimos espacios agrícolas y de recreo. Qué pena.

Diente de León
Resulta que algunas cosas se disfrutan todos los años pero durante poco tiempo, y entre ellas está la flor del Diente de León o del Cuco, que proliferan justo ahora (abril) y de forma completamente espontánea en los espacios más soleados del jardín. Otras hierbecillas tapizan de verde el suelo, como el trébol. También nacen y rebrotan hinojos silvestres, de los que hablaré en otra entrada o página que pienso dedicar a la aromáticas.
También hay alguna malva silvestre, lechetreznas, manzanillas de me quiere no me quiere y algunas leguminosas de flor amarilla (alfalfa o algo parecido) y otras de flor morada, pero como desconozco el nombre no me aventuro.

Brote de hinojo silvestre
Trébol
Manzanilla silvestre

Lechetrezna
Leguminosa que no sé cómo se llama

Malva silvestre
Amapola
Las amapolas salen del Ababol, hierba única por su intenso color rojo. Es frágil y efímera, de ahí su belleza y popularidad. Esta primavera están proliferando y dando color en campos y ribazos gracias a las abundantes lluvias