Jardín II

Página para ilustrar más detalles de la zona no productiva.

Acacia de tres espinas. Gleditsia triacanthos
Por ejemplo esta vista desde abajo de la acacia de tres espinas justo antes de comenzar la brotación. Sus espinas son auténticos puñales. Este ejemplar es el resultado de un brote que hace unos 14 años cogí de la cuneta de una carretera rural, donde crecen a miles como una plaga. Esta acacia es poco exigente, y sus cuidados son nulos, al margen de un poco de riego. Nada de poda, a excepción de alguna rama que te da en la cabeza cuando pasas por debajo.

Ágave o pita


  Este y otros ágaves crecen en lugares marginales del jardín, y aunque pinchan como condenados son apropiados en estos lares semidesérticos por su rusticidad y capacidad de supervivencia sin ningún cuidado. Se extienden con la misma facilidad con que se trasplantan o eliminan los vástagos que sobran. Los antiguos mexicanos le sacaban tantas utilidades que la lista sería interminable.

Laurel en flor. Laurus nobilis





El laurel no puede faltar en un jardín mediterráneo debido a su belleza siempre verde y a sus usos culinarios.
En climas frios tiende a sufrir con las heladas, pero en el Bajo Aragón prospera estupendamente si se riega de vez en cuando. Este crece al lado del plátano de sombra sin ningun problema.







Tuya en flor





Las tuyas tienen sus hojas-acículas dispuestas en planos; son fuertes y poco exigentes; su porte es perfecto, como conífera que es , para adornar todo el año en cualquier lugar al sol. Su crecimiento lento (enana) evita replanteamientos e intervenciones.






Adelfa en flor
  En mayo las adelfas lucen así, pero todas son blancas o ligeramente anaranjadas, como la de la foto. Sólo tengo una roja en macetón. Otra planta resistente y poco exigente; y aunque es venenosa no resulta fácil comerse las hojas, la verdad, ni te mueres fulminantemente por chuparlas un poco. O sea, que no hay que tener miedos infundados.




Tamariz en flor

Otro tamariz (ver pag. Jardin) en flor. Especie muy espartana y de singular belleza sobre todo durante la floración. Sus hojas (caducas) son como las del ciprés pero más delgadas.







Ciprés de Arizona. Cupresus arizonica
Aquí el ciprés de Arizona, que sirve de rascacielos a las muchas palomas que sobre él se posan y anidan.

Es más azulado que el común (cupresus sempervirens) pero igual de fuerte. Su porte no estan estilizado, sin embargo aporta volumen y elegancia a todo jardín.















 
Hoja y flor del lentisco (Pistacia lentiscus)
El lentisco crece de maravilla en estos terrenos, y aunque ni su flor ni su fruto son vistosos, el porte arbustivo de la planta y su color siempre verde (es perenne, al contrario que su pariente el pistachero) le deberían dar un puesto legítimo en la jardinería y el paisajismo.









Lentisco

Lirios blancos


















 Los lirios van a su aire y salen año tras año por algunos rincones a pesar de que no nos ocupamos de ellos en absoluto. Son efímeros, pero muy bonitos.











Rosal
La lluvia deja en el jardín estampas como esta. El rosal tiene capullos y gotas como perlas.














Palmera
Esta palmera pasó varios años en un bidón de chapa, sin poder crecer libremente, y ahora lo intenta pero sin mucho éxito por la competencia de los cipreses que tiene al lado. Sin embargo después de cuatro o cinco años va ganando porte muy poco a poco.










Acacia en flor (Robinia pseudoacacia)


Rosal en flor
La acacia (Robinia) ya está floreciendo (1 de mayo). Es un árbol de lo más resistente, con espinas bastante menos agresivas que las de la Triacanthos. La flor es muy bonita, pero dura poco.
Este árbol produce bastantes brotes a distancias considerables del tronco; o sea, que tiende a ser plaga, pero en el jardín es fácil eliminarlos.









Este rosal es el más adelantado. La foto es del 1 de mayo, pero lleva días en flor. Es una pena que el blog no pueda comunicar el olor.









Árbol del Paraíso en flor  (eleagnus angustifolia)
El árbol del paraíso ya está en flor desde hace unos días (mitad de mayo) y su olor agradable y penetrante lo inunda todo. Este árbol se adapta muy bien a este clima y es poco exigente en cuanto al suelo. Lo peor son sus espinas punzantes, así que lo mejor es no intervenir, es decir, no podar o podar lo justo, porque el manejo de los restos es horroroso.






Arce noruego
 El arce noruego tiene un precioso color rojo granate cuando las hojas son jóvenes, pero después su color vira al verde oscuro con retazos granates. Aquí ni el suelo ni el clima le son propicios, por eso su desarrollo ha sido lento; sin embargo la sombra que le proporcionan otros árboles ha favorecido su supervivencia. En terrenos más ácidos y frescos su crecimiento es rápido y vigoroso.





El almez (Celtis australis) es de la familia del olmo.  En el Bajo Aragón se llama latonero y es uno de los árboles más característicos de la zona. Crece despacio pero con un porte elegantísimo, adaptándose perfectamente al suelo y clima. Su madera es dura y muy útil para fabricar herramientas. Los huesos de su fruto (comestible) siempre han servido como proyectiles en los juegos infantiles.
En el jardín hay dos, pero en lugares donde no lucen demasiado.



 Por primera vez en varios años ha florecido esta plantita carnosa, con una belleza y un color que maravillan.













Esta flor de yuca todavía no está abierta por completo. La planta es un peligro por la punta de sus hojas, que se hincan hasta los huesos provocando un  dolor horroroso, pero cuando florecen -normalmente dos veces al año en primavera y en otoño- su espectacularidad es única.








Granado (punica granatum) en flor


 Los granados están en plena floración en junio. Son arbustos o arbolillos muy resistentes y bonitos en flor y también con fruto.















Este es un granado enano con el fruto en Octubre.
Los granados enanos se cultivan y reproducen con mucha facilidad y tienen un gran valor ornamental desde abril a noviembre.

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